«Que los niños, independientemente de su situación social, personal o familiar, puedan salir adelante y llegar a lo más alto». Ese es el objetivo que, desde siempre, han pretendido los cinco colegios de titularidad diocesana. Un deseo que quiere impulsarse con más fuerza que nunca con su agrupación en la fundación Manjón y Palencia que suma, además, al colegio del Círculo Católico y que conforma un conglomerado de más de 5.000 alumnos y medio centenar de profesionales, entre docentes y personal auxiliar. «Creemos en las personas y su capacidad para crecer constantemente», ha subrayado el director de esta entidad canónica, Andrés Picón. «La educación es la mejor puerta para crear una cohesión social permanente».

Sus declaraciones han inaugurado el acto con el que esta fundación ha celebrado un día de encuentro, convivencia y formación desde que comenzara su andadura efectiva el pasado mes de septiembre. Profesores, representantes de alumnos y familias se han dado cita en el Fórum Evolución de Burgos para conocer las líneas pedagógicas de la entidad, el trabajo que llevan a cabo los seis centros que la integran y el futuro que abre ante sus ojos caminar de forma conjunta.

«La unión hace la fuerza», ha indicado el arzobispo, Mons. Mario Iceta. «Veremos los beneficios de caminar juntos buscando la excelencia educativa y acompañando a los alumnos y sus familias para que adquieran las destrezas necesarias para transformar la sociedad y buscar el bien común». Como ha expresado, la fundación que él mismo ha impulsado se puede abrir, incluso, a otras formas de aprendizaje, poniendo en marcha programas de intercambios con otros colegios diocesanos del país, Polonia o Inglaterra.